“Es el clima económico, quería focalizarme en los códigos ya establecidos de Dior: la chaqueta Bar, la pantera, ‘the lily of the valley’,” dijo Galliano acerca de su aproximación al viejo Christian Dior para su nueva colección de Alta Costura Fall 2009-2010.
Las modelos lucieron como vestidas a medias con mucha lencería tradicional a la vista: bodies armados, corsets, medias con portaligas, corpiños retro, y fajas realizadas artesanalmente. “Todo empezó con el corset,” explicó Galliano acerca de las fuentes inspiradoras de Dior.
Mucho color, bordados y transparencias en busca de una silueta ultra-femenina con vestidos curvilíneos o de gran volumen, fabulosas chaquetas bordadas, y excelente sastrería acompañada por accesorios como guantes largos de cuero, extravagantes sombreros y zapatos que se cierran con los mismos ganchitos de los corpiños.
Entre los colores se destaca la paleta de naranjas, lima, fucsias, violeta, y amarillos contrastando con los tonos carne de la ropa interior, característica de los años ’50.
Mención aparte para los sombreros de Stephen Jones, hermosas obras de artesanía donde las plumas y los lazos se combinan en su máxima expresión.
¿Qué dijo Galliano acerca de las gigantes fotografías que adornan el Gran Salón? “Son para inspirar a las más chicas y ayudarlas a sentir lo que llevan puesto,” dijo en referencia a las modelos que desfilaron. “Algunas de ellas tienen 16.”
Las modelos lucieron como vestidas a medias con mucha lencería tradicional a la vista: bodies armados, corsets, medias con portaligas, corpiños retro, y fajas realizadas artesanalmente. “Todo empezó con el corset,” explicó Galliano acerca de las fuentes inspiradoras de Dior.
Mucho color, bordados y transparencias en busca de una silueta ultra-femenina con vestidos curvilíneos o de gran volumen, fabulosas chaquetas bordadas, y excelente sastrería acompañada por accesorios como guantes largos de cuero, extravagantes sombreros y zapatos que se cierran con los mismos ganchitos de los corpiños.
Entre los colores se destaca la paleta de naranjas, lima, fucsias, violeta, y amarillos contrastando con los tonos carne de la ropa interior, característica de los años ’50.
Mención aparte para los sombreros de Stephen Jones, hermosas obras de artesanía donde las plumas y los lazos se combinan en su máxima expresión.
¿Qué dijo Galliano acerca de las gigantes fotografías que adornan el Gran Salón? “Son para inspirar a las más chicas y ayudarlas a sentir lo que llevan puesto,” dijo en referencia a las modelos que desfilaron. “Algunas de ellas tienen 16.”
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